Breve historia de IPRA y de CLAIP

BREVE HISTORIA DE IPRA Y DE CLAIP

IPRA. Orígenes


International Peace Research Association (IPRA) es una organización fundada en 1964 con el fin de investigar en forma interdisciplinaria los temas concernientes a la paz sustentable en todo el mundo. 
IPRA es una red de investigadores, practicantes, profesionales, estudiantes y responsables de toma de decisiones de todos los continentes que se esfuerzan en mantenerse a la vanguardia del arte de la paz, construyendo comunidades de paz y mejorando los mecanismos para transformar los conflictos en procesos de desarrollo para una paz sostenible en el mundo. 

IPRA se encuentra adscripta a la UNESCO y al International Social Sciences Council (ISSC: Consejo Internacional de Ciencias Sociales)
IPRA cuenta con asociaciones regionales distribuidas geográficamente en todos los continentes:
• AFPRA      African Peace Research Association.
• APPRA:     Asia Pacifica Peace Research Association.
• CLAIP:       Consejo LatinoAmericano de Investigación para la Paz. 
• COPRED:   Consortium on Peace Research, Education and Development.
• EUPRA:     European Peace Association.

CLAIP. Orígenes

El Consejo LatinoAmericano de Investigación para la Paz (CLAIP) se fundó en México en 1977 en el marco de la Conferencia General de IPRA. 

Agrupa personas y organismos vinculados a la investigación para la paz y las relaciones internacionales en América Latina. En su primera reunión contó con la asistencia de cerca de 100 investigadores de toda la región, quienes se encontraban ante coyunturas políticas adversas en sus países de origen. Durante los últimos 35 años, CLAIP ha contado con Secretarios/as Generales y colaboración de distinguidos/as investigadores/as de toda América Latina.
Entre quienes fueron Secretarios Generales podemos mencionar a Herbert de Souza (Brasil), Jorge Serrano (México), Antonio Cavalla (Chile), Luis Alberto Padilla (Guatemala), Nielsen del Paula Pires (Brasil), Úrsula Oswald Spring (México), Sara Rozemblum de Horowitz (Argentina) y Laura Balbuena (Perú).
Actualmente la Secretaria General de CLAIP es Diana de la Rúa Eugenio (Argentina) quien fuera elegida durantela Conferencia de IPRA en Japón (noviembre 2012) 
En base a los diagnósticos de los encuentros regionales realizados desde el año 2000, los participantes decidieron reforzar la colaboración entre América del Sur y Mesoamérica, de modo tal que tanto las ideas científico-metodológicas como las acciones a favor de una cultura de paz y resolución de conflictos en el contexto latinoamericano tuvieran mayor repercusión y alcance, reforzando la colaboración interinstitucional de universidades públicas y privadas y organizaciones de la sociedad civil y, sobretodo, impulsando la participación de los jóvenes estudiantes e investigadores en dicha tarea, resaltando la necesidad de crear una masa crítica de pensadores de América Latina que pueda proponer alternativas menos violentas y conflictivas a las nuevas realidades sociales, con un marco ético de trascendental importancia. Tendremos sociedades pacíficas cuando podamos tener las necesidades básicas satisfechas y podamos resolver los conflictos en forma pacífica.
En estos años se ha comprendido la importancia del cuidado del medioambiente y su impacto vital y surgieron nuevos conceptos como el de la seguridad humana, donde además del ejercicio de la democracia en el terreno electoral, se busca practicarla en la vida cotidiana, sin marginados ni excluidos de los sistemas sociales, con el respeto a la naturaleza y el cuidado del medioambiente. La gran biodiversidad de la región permite combinar los procesos de superación de la pobreza con el desarrollo sustentable y el manejo racional de los recursos naturales, de modo tal que los desastres naturales se reduzcan y se mejore la seguridad ambiental en todos los niveles de la población.
Proponemos y propiciamos una cultura de paz
     Para ello necesitamos no sólo habilidades y estrategias de paz sino también un cambio cultural que priorice a la paz como objetivo de vida, educando a las generaciones venideras, investigando los ejemplos que la historia nos brinda, proponiendo nuevos conceptos y nuevos abordajes de paz, de manera interactiva, multidisciplinaria, creativa y proactiva. 

La educación para la paz no sólo incide en la resolución pacífica de conflictos sino también en la transformación de las personas hacia un autentico desarrollo, con participación social que incluya a los más desfavorecidos, en una integración holística y diversa, respetándonos como grupos heterogéneos de personas que tienen en la paz, un objetivo común, deseable y posible.

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